La lavadora es uno de los electrodomésticos más importantes en nuestros hogares. Nos ahorra tiempo y esfuerzo al encargarse de la tediosa tarea de lavar la ropa. Sin embargo, como cualquier otro electrodoméstico de nuestro hogar, requiere un mantenimiento adecuado para funcionar de manera óptima y prolongar su vida útil. A continuación, exploraremos las principales averías que pueden afectar a una lavadora y ofreceremos cinco consejos detallados para alargar su vida útil.
Principales averías de una lavadora
- La lavadora no centrifuga.
- La lavadora hace mucho ruido al centrifugar.
- La lavadora pierde agua.
- La lavadora no desagua.
- El tambor de la lavadora no gira.
Consejos para alargar la vida útil de tu lavadora
1. Limpieza regular del filtro
Uno de los aspectos más importantes del mantenimiento de una lavadora es la limpieza regular del filtro.
El filtro atrapa pelusas, monedas y otros objetos pequeños que pueden obstruir el sistema de drenaje. Si no se limpia con regularidad, puede causar problemas de desagüe y afectar el rendimiento de la lavadora.
Para limpiar el filtro, primero asegúrate de desenchufar la lavadora. Luego, localiza el filtro (generalmente en la parte inferior delantera de la máquina), retíralo y elimina cualquier residuo. Realiza esta limpieza al menos una vez al mes para mantener tu lavadora en buen estado.
2. No sobrecargar la lavadora
Sobrecargar la lavadora es una de las principales causas de desgaste prematuro. Cuando se introduce demasiada ropa, el motor y otras partes mecánicas tienen que trabajar más, lo que puede provocar averías. Además, la ropa no se lava adecuadamente y puede quedar mal enjuagada.
Para evitar esto, sigue siempre las recomendaciones del fabricante sobre la capacidad máxima de carga. Divide la ropa en cargas más pequeñas si es necesario, y asegúrate de que haya suficiente espacio para que el tambor gire libremente.
3. Utilizar la cantidad adecuada de detergente
El uso excesivo de detergente puede causar una acumulación de residuos en el tambor y las tuberías, lo que puede llevar a problemas de funcionamiento y malos olores. Además, demasiada espuma puede dificultar el enjuague adecuado de la ropa.
Utiliza siempre la cantidad de detergente recomendada por el fabricante, teniendo en cuenta la dureza del agua y el nivel de suciedad de la ropa. Opta por detergentes de alta eficiencia (HE) si tu lavadora es de carga frontal, ya que están formulados para producir menos espuma.
4. Realizar lavados de mantenimiento
Los lavados de mantenimiento son esenciales para mantener la lavadora limpia y libre de residuos.
Una vez al mes, realiza un ciclo de lavado vacío con agua caliente y un limpiador específico para lavadoras o vinagre blanco. Esto ayudará a eliminar los residuos de detergente, la cal y otros depósitos que pueden acumularse en el tambor y las tuberías. Además, limpia el cajetín del detergente y la goma de la puerta para evitar la acumulación de moho y malos olores.
5. Dejar la puerta abierta después de cada lavado
Dejar la puerta de la lavadora abierta después de cada lavado permite que el interior se seque completamente, lo que ayuda a prevenir la formación de moho y malos olores. La humedad atrapada en el tambor y la goma de la puerta puede crear un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias y hongos.
Al dejar la puerta abierta, permites que el aire circule y mantienes el interior de la lavadora seco y limpio. Si tienes niños pequeños o mascotas, asegúrate de que no puedan acceder a la lavadora mientras la puerta está abierta