Los electrodomésticos son aparatos que utilizamos a diario en nuestros hogares y que tienen un impacto significativo en el consumo de energía y en el medio ambiente. Por eso, es importante conocer su nivel de eficiencia energética, es decir, la relación entre la energía que consumen y la que aprovechan para realizar su función.
El etiquetado de eficiencia energética es una herramienta que nos permite comparar fácilmente el rendimiento de los diferentes modelos de electrodomésticos y elegir los más eficientes, que nos ayudarán a ahorrar dinero en la factura eléctrica y a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Desde el 1 de marzo de 2021, el etiquetado de eficiencia energética de los electrodomésticos ha cambiado en la Unión Europea, con el objetivo de simplificar la información y adaptarla a las mejoras tecnológicas. En este artículo, te explicamos en qué consiste el nuevo etiquetado y cómo interpretarlo correctamente.
¿Qué cambia en el nuevo etiquetado de eficiencia energética?
El principal cambio que introduce el nuevo etiquetado de eficiencia energética es la escala de clasificación, que vuelve a ser de la A a la G, eliminando las categorías A+, A++ y A+++, que habían quedado obsoletas por el avance de la tecnología y la proliferación de productos de alta eficiencia.
La nueva escala es más exigente y rigurosa, y deja la clase A vacía inicialmente, para dejar espacio a las futuras innovaciones. Así, los productos que antes eran A+++ pasarán a ser B o C, y los que eran A+ pasarán a ser D o E. Esto no significa que hayan empeorado, sino que se han reajustado los criterios de evaluación.
La nueva escala se revisará periódicamente, cuando el 30% de los productos en el mercado comunitario reciban la máxima clasificación (A) o cuando el 50% esté en las franjas A y B. De esta forma, se pretende incentivar a los fabricantes a seguir mejorando la eficiencia de sus productos y a los consumidores a optar por los más sostenibles.
Además de la escala, el nuevo etiquetado de eficiencia energética incorpora otros elementos, como un código QR que enlaza con la base de datos europea de productos (EPREL), donde se puede consultar información adicional sobre el producto, y unos pictogramas que indican otras características relevantes, como el consumo de agua, el nivel de ruido o la capacidad de almacenamiento, según el tipo de electrodoméstico.
¿Qué electrodomésticos tienen el nuevo etiquetado de eficiencia energética?
El nuevo etiquetado de eficiencia energética se aplica desde el 1 de marzo de 2021 a los siguientes grupos de electrodomésticos:
- Lavadoras
- Lavasecadoras
- Lavavajillas
- Frigoríficos
- Congeladores
- Vinotecas
- Monitores
- Televisiones
Estos productos deben mostrar el nuevo etiquetado tanto en las tiendas físicas como en las online, y los antiguos deben retirarse. Los fabricantes y distribuidores tienen un plazo de 14 días para adaptarse al cambio.
A partir del 1 de septiembre de 2021, se sumarán a la nueva etiqueta los sistemas de iluminación, como las bombillas y los tubos fluorescentes. Otros productos, como los hornos, las secadoras, los aires acondicionados o las calderas, mantendrán el antiguo etiquetado hasta que se aprueben los nuevos reglamentos específicos para cada uno de ellos.
¿Cómo leer e interpretar el nuevo etiquetado de eficiencia energética?
El nuevo etiquetado de eficiencia energética tiene un diseño sencillo y claro, que facilita su comprensión y comparación. Los elementos principales que debemos tener en cuenta son los siguientes:

- La marca y el modelo del producto
- La clase de eficiencia energética, indicada por una letra de la A a la G y un color del verde al rojo. Cuanto más cerca de la A y del verde, más eficiente es el producto y menos energía consume.
- El consumo de energía, expresado en kWh por año o por ciclo, según el tipo de producto. Cuanto menor sea el consumo, menor será el gasto eléctrico y el impacto ambiental.
- Los pictogramas, que varían según el tipo de producto y que informan de otros aspectos relevantes, como el consumo de agua, el nivel de ruido, la capacidad de carga o la resolución de pantalla. Cada pictograma tiene una unidad de medida y un valor numérico que permite comparar los productos.
- El código QR, que se puede escanear con un smartphone o una tablet y que dirige a la base de datos europea de productos (EPREL), donde se puede acceder a información más detallada sobre el producto, como el fabricante, el país de origen, las dimensiones, el peso o el manual de instrucciones.
¿Qué ventajas tiene el nuevo etiquetado de eficiencia energética?
El nuevo etiquetado de eficiencia energética tiene múltiples beneficios, tanto para los consumidores como para el medio ambiente y el mercado. Algunas de las ventajas son las siguientes:
- Ofrece una información más clara, precisa y actualizada sobre el rendimiento de los electrodomésticos, lo que facilita la toma de decisiones de compra.
- Permite comparar fácilmente los productos y elegir los más eficientes, lo que supone un ahorro económico en la factura eléctrica y una reducción de las emisiones de CO2.
- Estimula la innovación y la competitividad de los fabricantes, que deben adaptarse a los nuevos estándares de eficiencia y ofrecer productos más sostenibles y de mayor calidad.
- Contribuye a los objetivos de la Unión Europea de transición ecológica y lucha contra el cambio climático, al fomentar el uso racional de la energía y la protección del medio ambiente.
Conclusión
El etiquetado de eficiencia energética es una herramienta fundamental para los consumidores, que nos permite conocer el consumo y el rendimiento de los electrodomésticos que compramos y usamos en nuestros hogares. El nuevo etiquetado, que entró en vigor el 1 de marzo de 2021, simplifica la información y la adapta a las mejoras tecnológicas, con una escala de clasificación de la A a la G y unos pictogramas que indican otras características relevantes. El nuevo etiquetado nos ayuda a elegir los productos más eficientes, que nos permiten ahorrar dinero y energía, y reducir nuestro impacto ambiental. Además, promueve la innovación y la competitividad de los fabricantes, y contribuye a los objetivos de transición ecológica y lucha contra el cambio climático de la Unión Europea.