La campana extractora es un electrodoméstico esencial para mantener el aire limpio y libre de olores en la cocina. Sin embargo, a veces puede presentar problemas de funcionamiento que afectan a su capacidad de extracción y a su rendimiento. En este artículo te explicamos cuáles son las causas más comunes de que tu campana no extraiga el humo y cómo solucionarlas.

Tipos de campanas extractoras y su funcionamiento

Antes de entrar en detalle sobre las posibles averías de la campana, es importante conocer los diferentes tipos de campanas que existen y cómo funcionan. Según su funcionamiento, podemos distinguir entre dos tipos de campanas:

  • Campanas de extracción: son las que aspiran el aire contaminado por el humo y los olores y lo expulsan al exterior a través de un tubo. Estas campanas son las más eficaces, pero requieren de una instalación adecuada y de una salida de humos disponible.
  • Campanas de recirculación: son las que filtran el aire contaminado por el humo y los olores y lo devuelven a la cocina. Estas campanas no necesitan una salida de humos, pero tienen una menor capacidad de extracción y requieren de un cambio periódico de los filtros.

Causas y soluciones de por qué mi campana no extra el humo

Si tu campana no extrae el humo correctamente, puede deberse a varias razones. Algunas de las más habituales son la obstrucción de filtros, un motor averiado o defectuoso, una obstrucción en el tubo de salida, problemas eléctricos o una deficiente potencia para el uso que se le está dando.

Filtros sucios o saturados

Los filtros de la campana son los encargados de retener la grasa y las partículas que se generan al cocinar. Si no se limpian o se cambian con regularidad, se acumulan y dificultan el paso del aire, reduciendo la capacidad de extracción de la campana. La solución es limpiar los filtros metálicos cada dos o tres meses con agua caliente y jabón o en el lavavajillas, y cambiar los filtros de carbón activo cada seis o doce meses, según el uso que se le dé a la campana.

Motor averiado o defectuoso

El motor es el encargado de generar la succión del aire y de hacer girar el ventilador. Si el motor se estropea o se quema, la campana deja de funcionar o lo hace de forma deficiente. La solución es llamar a un técnico especializado para que revise el estado del motor y lo repare o lo sustituya si es necesario.

Tubo de salida obstruido o inadecuado

El tubo de salida es el que conecta la campana con el exterior y por el que circula el aire. Si el tubo está obstruido por suciedad, polvo o insectos, el aire no puede salir y se produce una pérdida de presión y de eficacia. Si el tubo es demasiado largo, estrecho o tiene muchas curvas, también se dificulta el flujo del aire y se reduce la capacidad de extracción. La solución es limpiar el tubo de salida con regularidad y asegurarse de que tiene el diámetro, la longitud y la forma adecuados para la campana.

Uso incorrecto de la campana o de la placa de cocción

A veces, el problema no está en la campana, sino en la forma en que la usamos o en que cocinamos. Si no encendemos la campana unos minutos antes de empezar a cocinar, si no la dejamos funcionar unos minutos después de terminar, si no usamos la potencia adecuada según el tipo de cocción, si cocinamos con recipientes muy grandes o muy pequeños, si no tapamos los alimentos o si no ventilamos la cocina, estamos favoreciendo la generación de humo y olores y dificultando la labor de la campana. La solución es seguir unas buenas prácticas de uso de la campana y de la placa de cocción, que nos ayudarán a mejorar la calidad del aire y a ahorrar energía.

Inconvenientes de que la campana no extraiga el humo

Si la campana no extrae el humo adecuadamente, no solo estamos perdiendo una de las principales funciones de este electrodoméstico, sino que también estamos generando una serie de inconvenientes que pueden afectar a nuestra salud, a nuestra comodidad y a nuestra economía. Algunos de estos inconvenientes son:

¿Por qué hay humedad y aumenta la temperatura en mi cocina?

El humo que se produce al cocinar contiene vapor de agua y calor, que se quedan en el ambiente si la campana no los elimina. Esto hace que la cocina se vuelva más húmeda y calurosa, lo que puede provocar problemas de condensación, moho, mal olor y deterioro de los muebles y las paredes. Además, la humedad y el calor pueden afectar a nuestro bienestar, causando sensación de agobio, sudoración, irritación de los ojos y las vías respiratorias, etc.

¿Por qué se propagan los olores de mi cocina al resto de la casa?

Si la campana no extrae el humo, este se extiende por el resto de las estancias de la casa, impregnando los muebles, las cortinas, la ropa y otros objetos con los olores de la cocina. Además, el humo puede contener sustancias nocivas para la salud, como el monóxido de carbono, el dióxido de nitrógeno, el formaldehído, etc., que pueden causar alergias, asma, irritación, dolor de cabeza, etc.

¿Por qué mi campana extractora suena tanto?

Si la campana no extrae el humo correctamente, tiene que trabajar más para intentar cumplir con su función, lo que implica un mayor consumo de energía y un mayor desgaste de sus componentes. Esto se traduce en un aumento de la factura eléctrica y en una menor vida útil de la campana, lo que supone un gasto extra a largo plazo y un mayor ruido de nuestro electrodoméstico.