El lavavajillas es un electrodoméstico muy útil y práctico para ahorrar tiempo y agua en la limpieza de la vajilla. Sin embargo, a veces puede ocurrir que el lavavajillas no lave bien, dejando restos de comida, manchas o marcas de agua. En este artículo te explicamos cuáles son las causas más comunes de que el lavavajillas no lave bien y cómo solucionarlas.

¿Por qué mi lavavajillas no lava bien? Principales problemas y soluciones

Si notas que tu lavavajillas no lava bien, puede deberse a varias razones. Debes revisar la dosis y el tipo de detergente, la carga y distribución de la vajilla, filtros o rociadores sucios, problemas eléctricos o de motor. También es conveniente que revises la cantidad de detergente empleado para evitar problemas de drenaje.

Dosis o tipo de detergente incorrecto

El detergente es el encargado de eliminar la suciedad y la grasa de los platos. Si usas una dosis insuficiente o un tipo de detergente no adecuado para tu lavavajillas, es posible que el resultado no sea el esperado. La solución es ajustar la cantidad y el tipo de detergente según las instrucciones del fabricante y las características del agua de tu zona. También es recomendable usar productos específicos para el lavavajillas, como abrillantador, sal y limpiamáquinas, que ayudan a mejorar el lavado y el mantenimiento del aparato.

Carga o distribución de la vajilla incorrecta

La forma en que colocas los platos y los cubiertos en el lavavajillas influye en el resultado del lavado. Si sobrecargas el lavavajillas o distribuyes la vajilla de forma desordenada, es posible que el agua y el detergente no lleguen bien a todas las superficies y que queden zonas sin limpiar. La solución es seguir las recomendaciones del fabricante y del manual de uso para cargar y distribuir la vajilla de forma óptima, evitando que los platos se toquen entre sí y que los cubiertos se apilen o se crucen.

Filtros o brazos rociadores sucios o atascados

Los filtros y los brazos rociadores son los encargados de filtrar y distribuir el agua por el interior del lavavajillas. Si no se limpian con regularidad, pueden acumular restos de comida, grasa o cal, que dificultan el paso y la presión del agua, reduciendo la eficacia del lavado. La solución es limpiar los filtros y los brazos rociadores cada cierto tiempo, siguiendo las instrucciones del fabricante. Para ello, puedes retirarlos con cuidado y lavarlos bajo el grifo, usando un cepillo o un palillo para eliminar los restos más incrustados. También puedes usar productos específicos para descalcificar y desengrasar el lavavajillas, que ayudan a eliminar los depósitos y a mejorar el rendimiento del aparato.

Problemas en el motor o eléctricos

El lavavajillas es un electrodoméstico complejo que puede presentar fallos técnicos o eléctricos que afecten a su funcionamiento y a su capacidad de lavado. Algunos de estos problemas pueden ser: una válvula de entrada de agua defectuosa, una bomba de desagüe averiada, una placa electrónica dañada, un sensor de temperatura o de nivel de agua mal calibrado, etc. La solución para estos problemas es contactar con un servicio técnico especializado que pueda diagnosticar y reparar el lavavajillas. 

Exceso de detergente en su lavado

El uso excesivo de detergente para lavavajillas puede dificultar el drenaje del agua, lo mismo puede ocurrir si se utiliza un detergente no recomendado para este tipo de electrodoméstico. Esto puede dar lugar a una acumulación de agua en el fondo del lavavajillas, malos olores y en última instancia, un mal funcionamiento del equipo.

¿Cómo realizar un mantenimiento preventivo del lavavajillas?

  • El mantenimiento adecuado del lavavajillas es esencial para garantizar su funcionamiento óptimo y prolongar su vida útil. Aquí tienes algunos consejos prácticos:
  • Controla la dureza del agua: El agua es un componente esencial para el correcto funcionamiento del lavavajillas. Asegúrate de que la dureza del agua sea adecuada para evitar problemas de acumulación de cal y obstrucción de los componentes.
  • Usa el programa de lavado correcto: Selecciona el programa de lavado adecuado según la carga y el nivel de suciedad de los platos. Utiliza programas más intensos para platos muy sucios y programas más cortos para cargas ligeras.
  • Revisa el mantenimiento de los filtros: Los lavavajillas tienen filtros que recogen los restos de suciedad para evitar que lleguen al desagüe. Limpia los filtros regularmente para mantener un flujo de agua eficiente y evitar malos olores.
  • Ten en cuenta las sales y otros elementos: Algunos lavavajillas requieren la adición de sales especiales para ablandar el agua y prevenir la acumulación de cal. Consulta el manual de tu lavavajillas para saber si es necesario añadir sales u otros productos.
  • Revisa la toma de alimentación periódicamente: Asegúrate de que el lavavajillas esté correctamente conectado a la toma de corriente y que no existan cables dañados.