La vitrocerámica es uno de los electrodomésticos más utilizados en la cocina, ya que ofrece una serie de ventajas como la seguridad, la rapidez, la eficiencia y la estética. Sin embargo, también requiere de un cuidado especial para mantenerla en buen estado y evitar que se deteriore o se ensucie. Limpiar la vitrocerámica correctamente es una tarea sencilla, pero que hay que hacer con frecuencia y con los productos adecuados. De lo contrario, podemos encontrarnos con problemas como manchas, arañazos, grasa o cal que afectan al funcionamiento y al aspecto de la placa.

En este artículo, te vamos a explicar cómo limpiar la vitrocerámica de forma fácil y efectiva, y cómo quitar los arañazos y las manchas más difíciles que puedan aparecer. Te daremos algunos consejos y trucos para que tu vitrocerámica luzca siempre como nueva y para que puedas disfrutar de una cocina limpia y saludable.

¿Por qué es importante limpiar la vitrocerámica?

Limpiar la vitrocerámica es importante por varias razones:

  • Para mantener la higiene y la calidad de la comida. Si la vitrocerámica está sucia o tiene restos de alimentos, puede contaminar la comida que cocinamos y afectar a su sabor, su olor o su aspecto. Además, puede favorecer el crecimiento de bacterias o gérmenes que pueden ser perjudiciales para nuestra salud.
  • Para evitar averías y reparaciones. Si la vitrocerámica no se limpia y se cuida adecuadamente, puede sufrir daños, roturas o fallos en sus componentes. Esto puede provocar que la vitrocerámica no funcione, que pierda potencia, que haga ruido o que se estropee por completo.
  • Para ahorrar energía y dinero. Si la vitrocerámica está en mal estado, puede consumir más energía de la necesaria, lo que supone un gasto económico y un impacto ambiental. Limpiar la vitrocerámica regularmente nos permite optimizar el consumo y el ahorro.

¿Cada cuánto tiempo hay que limpiar la vitrocerámica?

La frecuencia con la que hay que limpiar la vitrocerámica depende del uso que le demos, de la calidad del agua y del tipo de comida que cocinemos. No obstante, como norma general, se recomienda limpiar la vitrocerámica después de cada uso, o al menos una vez al día, para eliminar los restos de suciedad, grasa o alimentos que puedan quedar en la superficie. Así, evitaremos que se acumulen y se endurezcan, dificultando su posterior limpieza.

Además, se aconseja hacer una limpieza más profunda al menos una vez al mes, o cada 15 días si la vitrocerámica se usa mucho, para eliminar las manchas, los arañazos o la cal que puedan afectar al aspecto y al funcionamiento de la placa.

¿Qué productos se pueden usar para limpiar la vitrocerámica?

Para limpiar la vitrocerámica, podemos usar tanto productos específicos como productos caseros, siempre que sean suaves y no abrasivos, para no dañar la superficie de la placa. Estos son algunos de los productos que se pueden usar para limpiar la vitrocerámica:

  • Productos específicos para vitrocerámicas. Son productos que se pueden encontrar en el mercado, en forma de crema, gel o spray, y que están diseñados para limpiar y proteger la vitrocerámica. Suelen tener un alto poder desengrasante y desincrustante, y dejan un brillo duradero en la superficie. Para usarlos, hay que seguir las instrucciones del fabricante, que suelen consistir en aplicar el producto sobre la vitrocerámica fría y seca, y frotar con un paño suave o una esponja. Luego, hay que retirar el exceso de producto con un paño húmedo y secar con otro paño seco y limpio.
  • Vinagre blanco. Es un producto natural y económico, que tiene propiedades desinfectantes, desengrasantes y antical. Para usarlo, hay que mezclar una parte de vinagre con dos partes de agua, y aplicar la solución sobre la vitrocerámica con un pulverizador o un paño. Luego, hay que frotar con un paño suave o una esponja, y aclarar con un paño húmedo. Por último, hay que secar con un paño seco y limpio.
  • Bicarbonato de sodio. Es otro producto natural y económico, que tiene propiedades limpiadoras, desodorantes y blanqueadoras. Para usarlo, hay que espolvorear un poco de bicarbonato sobre la vitrocerámica, y humedecerlo con un poco de agua o de vinagre. Luego, hay que dejar actuar unos minutos, y frotar con un paño suave o una esponja. Después, hay que aclarar con un paño húmedo y secar con otro paño seco y limpio.
  • Limón. Es un producto natural y ecológico, que tiene propiedades desinfectantes, desengrasantes y aromatizantes. Para usarlo, hay que exprimir el zumo de un limón, y aplicarlo sobre la vitrocerámica con un pulverizador o un paño. Luego, hay que dejar actuar unos minutos, y frotar con un paño suave o una esponja. A continuación, hay que aclarar con un paño húmedo y secar con otro paño seco y limpio.

¿Qué utensilios se pueden usar para limpiar la vitrocerámica?

Para limpiar la vitrocerámica, además de los productos mencionados, también se pueden usar algunos utensilios que nos faciliten la tarea y que no dañen la superficie de la placa. Estos son algunos de los utensilios que se pueden usar para limpiar la vitrocerámica:

  • Paños suaves o de microfibra. Son los más adecuados para limpiar la vitrocerámica, ya que no rayan ni dejan pelusas. Se pueden usar tanto para aplicar los productos como para retirarlos o para secar la superficie. Es importante que estén limpios y que se cambien con frecuencia, para evitar que se ensucien o que se extiendan las manchas.
  • Esponjas suaves o de fibra blanca. Son útiles para frotar las manchas o la suciedad más resistente, siempre con cuidado y sin hacer mucha presión. No se deben usar esponjas metálicas o de fibra verde, ya que pueden rayar o estropear la superficie de la vitrocerámica.
  • Rasquetas especiales para vitrocerámicas. Son utensilios que se pueden encontrar en el mercado, y que consisten en una cuchilla metálica protegida por un mango de plástico. Sirven para eliminar las manchas o los restos de alimentos quemados o incrustados, que no se quitan con los productos o las esponjas. Para usarlas, hay que colocarlas en un ángulo de 30 grados sobre la superficie de la vitrocerámica, y deslizarlas con cuidado y sin hacer mucha fuerza. Es importante que la cuchilla esté limpia y afilada, y que se cambie con regularidad, para evitar que se raye o se dañe la placa.

¿Cómo quitar los arañazos de una vitrocerámica?

Los arañazos son uno de los problemas más habituales que pueden afectar a la vitrocerámica, y que pueden deberse al uso de utensilios de cocina inadecuados, al arrastre de objetos pesados o al contacto con partículas de suciedad o grasa. Los arañazos pueden ser leves o profundos, y según su gravedad, se pueden quitar o disimular de diferentes formas. Estas son algunas de ellas:

  • Usar productos específicos para vitrocerámicas. Son productos que se pueden encontrar en el mercado, y que están diseñados para limpiar, proteger y reparar la superficie de la vitrocerámica. Suelen tener un efecto pulidor y abrillantador, que ayuda a eliminar o disimular los arañazos más superficiales. Para usarlos, hay que seguir las instrucciones del fabricante, que suelen consistir en aplicar el producto sobre la vitrocerámica fría y seca, y frotar con un paño suave o una esponja. Luego, hay que retirar el exceso de producto con un paño húmedo y secar con otro paño seco y limpio.
  • Usar pasta de dientes. Es un producto casero y económico, que tiene propiedades limpiadoras y blanqueadoras, que pueden ayudar a quitar o disimular los arañazos más leves. Para usarlo, hay que aplicar un poco de pasta de dientes sobre el arañazo, y frotar con un paño suave o una esponja. Luego, hay que aclarar con un paño húmedo y secar con otro paño seco y limpio.
  • Usar cera para coches. Es un producto que se puede encontrar en el mercado, y que está diseñado para limpiar, proteger y abrillantar la carrocería de los coches. También puede servir para quitar o disimular los arañazos más superficiales de la vitrocerámica, ya que tiene un efecto rellenador y pulidor. Para usarlo, hay que aplicar un poco de cera sobre el arañazo, y frotar con un paño suave o una esponja. Luego, hay que retirar el exceso de cera con un paño húmedo y secar con otro paño seco y limpio.

Como hemos visto, limpiar la vitrocerámica es una tarea sencilla y necesaria, que nos permitirá disfrutar de una vitrocerámica en buen estado y de una cocina limpia y saludable. Siguiendo estos consejos y trucos, podremos quitar los arañazos y las manchas más difíciles que puedan aparecer en la superficie de la placa.