El pasado 28 de abril de 2025, millones de personas en España y Portugal se vieron sorprendidas por un apagón eléctrico que afectó a buena parte de la península. La interrupción del suministro pilló a muchos en plena rutina diaria. Lo curioso es que, más allá de quedarse sin luz, lo que muchos se preguntaron al instante fue: ¿habrá sufrido algo mi frigorífico? ¿Mi lavadora volverá a funcionar igual? ¿Y si la tele ya no enciende?
Porque sí, los cortes de luz no solo molestan. También pueden provocar fallos en los electrodomésticos. Algunos pasan la prueba sin despeinarse, pero otros no llevan tan bien ese tipo de sobresaltos. Aquí te contamos qué puede pasar, por qué ocurre y cómo evitar daños innecesarios en tus equipos cuando la luz decide tomarse un descanso inesperado.
¿Por qué se va la luz en casa?
No todos los apagones tienen que ver con la compañía eléctrica. Hay veces que el problema está dentro de casa y otras, como en el gran corte de abril, vienen por incidencias externas. Estas son algunas de las causas más habituales:
- Sobrecarga por consumo elevado, cuando conectamos demasiados aparatos potentes a la vez
- Cortocircuitos, que pueden darse por cables en mal estado, humedad o fallos internos en un electrodoméstico
- Averías en la red general, como mantenimientos programados o incidencias inesperadas
- Factores climáticos, como tormentas, viento o temperaturas extremas
- Instalaciones eléctricas antiguas o mal dimensionadas para las necesidades actuales
¿Qué le puede pasar a un electrodoméstico tras un apagón?
Lo más preocupante no suele ser el corte de luz en sí, sino lo que ocurre cuando la electricidad vuelve. En ese momento pueden producirse picos de tensión que afectan directamente a los componentes electrónicos más delicados. Un subidón repentino puede freír una placa, dañar una fuente de alimentación o dejar “tocado” el motor de un compresor.
También hay aparatos que pierden sus configuraciones, se bloquean o se reinician mal. Piensa, por ejemplo, en un lavavajillas a mitad de programa. Si se corta la luz, no todos los modelos saben por dónde continuar. Algunos tienen memoria para retomar el ciclo. Otros simplemente se quedan a medias y necesitas reiniciarlos.
Y luego están los casos más serios, en los que directamente el electrodoméstico deja de funcionar tras un corte. Puede que no lo notes al instante. Quizá al día siguiente el frigorífico no enfría igual o el horno no calienta como antes. Esos pequeños síntomas pueden ser la pista de que algo se ha dañado por dentro.
¿Qué electrodomésticos sufren más con un apagón?
No todos los aparatos se ven afectados por igual. Algunos son más duros y otros bastante más sensibles. Estos son los que más riesgo tienen:
- Frigoríficos y congeladores: si el apagón dura varias horas, puede perderse la cadena de frío. Además, los modelos más modernos incluyen electrónica sensible.
- Calderas y termos eléctricos: algunos sistemas digitales pueden quedarse bloqueados o necesitar un reseteo tras el corte.
- Lavadoras y lavavajillas: si se interrumpe un ciclo, pueden quedar colgados o llenos de agua.
- Televisores, ordenadores, consolas o routers: por su sensibilidad a los picos de tensión.
- Aires acondicionados y bombas de calor: especialmente si el corte interrumpe el funcionamiento del compresor.
Riesgos más comunes tras un corte de luz
Después de un apagón, estas son algunas de las consecuencias que puedes notar:
- Pico de tensión al volver la corriente, lo que puede quemar circuitos o fuentes de alimentación
- Desconfiguración de ajustes y programas en aparatos con memoria
- Motores forzados o desincronizados, que arrancan de golpe sin estar listos
- Fallos silenciosos, que no se notan al momento pero acortan la vida útil del aparato
¿Cómo proteger tus electrodomésticos frente a apagones?
Hay algunas medidas sencillas que puedes tomar para reducir al mínimo el riesgo de daños:
- Instala regletas con protección contra sobretensiones, sobre todo en equipos electrónicos
- Añade protectores de sobretensión en el cuadro eléctrico, para proteger toda la vivienda
- Considera un SAI (sistema de alimentación ininterrumpida) si trabajas desde casa o tienes dispositivos críticos
- Desconecta aparatos sensibles si hay tormenta o si ya has sufrido un corte previo ese día
- No sobrecargues enchufes múltiples ni uses regletas encadenadas
- Asegúrate de que tu instalación eléctrica está al día y cumple normativa
¿Qué hacer si algo no funciona bien tras un apagón?
Si tras el corte de luz notas que un aparato no responde, lo primero es desconectarlo y esperar unos minutos antes de volver a probar. Algunos dispositivos necesitan un pequeño tiempo de reinicio.
Si tras eso sigue sin funcionar, parpadea, hace ruidos raros o huele diferente, mejor no lo fuerces. Forzar un electrodoméstico que ya ha sufrido una sobrecarga puede agravar la avería. En ese caso, lo más prudente es contactar con un técnico.
Y si tienes seguro de hogar, revisa si incluye cobertura por daño eléctrico. Muchas pólizas lo contemplan, pero suelen exigir que la instalación esté en condiciones. Si tienes un cuadro eléctrico de hace treinta años y sin protecciones, el seguro podría lavarse las manos.
Un apagón puede parecer solo un paréntesis en el día, pero también puede convertirse en un problema serio para tus electrodomésticos. Especialmente hoy, cuando casi todo en casa lleva una placa, un sensor o una pantalla.
Por eso conviene estar preparado. Con un par de medidas sencillas puedes proteger tu casa sin gastar una fortuna. Porque sí, una regleta buena vale mucho menos que una reparación de frigorífico… o una lavadora nueva.
Y si ya te has llevado algún susto con cortes de luz, mejor no esperar al siguiente para actuar. Porque cuando la corriente se va, no sabes cuándo vuelve… pero tus electrodomésticos pueden no ser los mismos al regresar.