¿Sabías que muchos de los aparatos eléctricos que tienes en casa siguen consumiendo energía aunque no los estés usando? Esto se debe a que permanecen conectados a la red eléctrica y en modo de espera o stand by, lo que genera un gasto innecesario y un impacto ambiental negativo. A este fenómeno se le llama consumo fantasma o invisible, y puede suponer entre el 7% y el 11% del consumo energético de un hogar.

En este artículo te explicamos qué es el consumo fantasma, cómo identificarlo, y qué medidas puedes tomar para reducirlo y ahorrar en tu factura de la luz.

¿Qué es el consumo fantasma y por qué se produce?

El consumo fantasma es el gasto de electricidad que realizan los electrodomésticos cuando están enchufados, pero no funcionando. Esto ocurre porque muchos de ellos tienen un transformador interno que adapta el voltaje de la red eléctrica al que necesita el aparato, y que sigue activo aunque el dispositivo esté apagado. En algunos casos, podemos ver una luz o un piloto que nos indica que el aparato está en stand by, pero en otros no hay ninguna señal visible.

El consumo fantasma no solo implica un derroche de energía, sino también una emisión de CO₂ a la atmósfera que contribuye al cambio climático. Además, puede afectar a la vida útil y a la seguridad de los electrodomésticos, ya que aumenta el riesgo de sobrecalentamiento o de incendio.

¿Qué electrodomésticos tienen más consumo fantasma?

No todos los electrodomésticos tienen el mismo nivel de consumo fantasma. Algunos de los que más gastan son:

  • El televisor: puede consumir entre 5 y 20 W en stand by, lo que supone entre 4 y 17 € al año.
  • El router: puede consumir entre 5 y 10 W en stand by, lo que supone entre 4 y 9 € al año.
  • El ordenador: puede consumir entre 2 y 8 W en stand by, lo que supone entre 2 y 7 € al año.
  • El teléfono inalámbrico: puede consumir entre 2 y 4 W en stand by, lo que supone entre 2 y 4 € al año.
  • La cafetera: puede consumir entre 1 y 3 W en stand by, lo que supone entre 1 y 3 € al año.
  • La tostadora: puede consumir entre 1 y 2 W en stand by, lo que supone entre 1 y 2 € al año.
  • El microondas: puede consumir entre 1 y 2 W en stand by, lo que supone entre 1 y 2 € al año.
  • El cargador del móvil: puede consumir entre 0,5 y 1 W en stand by, lo que supone entre 0,5 y 1 € al año.

Estos son solo algunos ejemplos, pero hay muchos más electrodomésticos que pueden tener consumo fantasma, como el horno, el lavavajillas, el secador de pelo, el reloj despertador, etc.

¿Cómo reducir el consumo fantasma?

La forma más sencilla y efectiva de reducir el consumo fantasma es desenchufar los electrodomésticos cuando no los estemos usando, o apagarlos por completo con el interruptor. De esta forma, podemos ahorrar entre 50 y 60 € al año, y evitar la emisión de unos 200 kg de CO₂.

Otras medidas que podemos tomar son:

  • Usar regletas con interruptor: nos permiten desconectar varios aparatos a la vez con un solo gesto, y evitar que sigan consumiendo energía.
  • Instalar temporizadores: nos permiten programar el apagado y el encendido de los electrodomésticos según nuestras necesidades, y evitar que estén en stand by durante horas o días.
  • Elegir electrodomésticos eficientes: el etiquetado energético nos informa del consumo de los electrodomésticos, tanto en funcionamiento como en reposo. Podemos optar por los que tengan la etiqueta A+++ o superior, que son los más eficientes y los que menos consumo fantasma tienen.

El consumo fantasma es un problema que afecta tanto a nuestro bolsillo como al medio ambiente, y que podemos evitar con unos simples gestos. Al reducir el consumo de stand by de los electrodomésticos, no solo ahorramos energía y dinero, sino que también contribuimos a la lucha contra el cambio climático y al cuidado de nuestro planeta.